gato trasnochador y anaranjado
aunque sientan que te han domesticado
prima tu libertad como derecho.
Aunque el amo te acune allí en su pecho
aunque ahuyente las pulgas de tu lado
con talco finamente perfumado
y un almohadón de plumas sea tu lecho.
La noche llama... tú estás al acecho,
te alejas de la casa y lo soñado
hace temblar tu instinto satisfecho.
Valiente, tu dominio te has ganado
y a pesar de encontrarte muy maltrecho
el alba te sorprende enamorado.
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